8.11.10

Psicología y ciencia

Por Enrique Eskenazi.
Fragmento de una clase dada el día 7 de Octubre 2009.
Transcripción de Alejandro Bica.


Negatividad significa en W. Giegerich lo opuesto a positividad o positivismo o a "hecho positivo" (= hecho empírico, verificable, certificable, real-ahí-afuera es decir: afuera-del-mundo-puramente-lógico, hecho al que puede uno referirse con enunciados "ónticos" o que se pueden señalar con el índice: esta casa, este sentimiento, esta situación, esta persona, esta neurona, este conjunto de neuronas, esta familia, etc. etc. Lo psíquico -este sentimiento, esta emoción, esta reacción, etc.- está tan "fuera" de lo lógico y es tan "positivo" como lo físico.) Lo "positivo" es lo existente como ente y por tanto percibible y/o sometible a experimentación científica. Lo positivo tiene así caracter "sustancial". Lo negativo es justamente lo que no existe como ente ni como sustancia (pero no por ello deja de ser real) y por tanto no puede ser directamente verificable, sometible a prueba de laboratorio o apuntable con el índice del sentido común como si fuera una cosa determinada o un conjunto de cosas determinadas).

Giegerich escribe: "Por lo que respecta a positivo y negativo, acaso la idea siguiente pueda poner a la gente en el camino adecuado. En contraste con los seres vivientes o los organismos, es decir, plantas, animales, gente, que tienen una existencia positiva, la "vida" no tiene una existencia positiva; no es una entidad, no es una cosa. No se la puede ver ni tocar ni demostrar. Existe sólo EN los seres vivos, pero no es idéntica con ellos, porque estos seres pueden morir, es decir, perder su vida. Es (lógicamente) absoluto-negativa: absolutamente negativa, porque no es SIMPLEMENTE nada (antes bien, es una realidad poderosa, sólo que no "positiva"). Se tiene que tener cuidado con no "positivizar" lo que es lógicamente negativo".

Lo positivo trata sólo con asuntos de hechos y experiencia (experimentación) y no con lo especulativo y lo teórico. Hechos y experimentos pueden ser explorados por las ciencias positivas.

Esto es lo que diferenciaría a la psicología de Giegerich de cualquier ciencia. Para Giegerich -y también para C. G. Jung en algunos momentos de su obra-, la psicología no será nunca una ciencia, sino que es ciencia sublada, es lo que pone en cuestión a todas las ciencias, pero no puede ser una ciencia entre las ciencias, sino que es la mirada por debajo que cuestiona la ciencia misma. Jung en algunos momentos vio esto, pero por otro lado quería ser un científico, un empirista. Para Giegerich la psicología ni siquiera pretende ser una ciencia, porque todas las ciencias se mueven en el terreno de la positividad, las ciencias siempre hablan de hechos que están ahí al frente, aunque sean hechos tan sutiles como las partículas cuánticas, que siempre son hechos, hechos reductibles a experiencias de laboratorio.

En el momento en que la psicología es "espíritu viviente", un proceso lógico que se expresa a lo largo de una cultura, jamás será un objeto que está ahí al frente y que se pueda verificar empíricamente. Para Giegerich esto no es una limitación, es un honor. La psicología por lo tanto contendrá a la ciencia, pero traspasada a un plano al cual la ciencia no puede, ni quiere, ni debe llegar, porque a la ciencia jamás le ha importado la verdad. A la ciencia lo único que le ha importado es el control, el obtener resultados, el dominio, la exactitud, la medibilidad, pero nunca la verdad. Puede que en el comienzo de la ciencia, en el siglo XVIII, todavía se confundiera la ciencia con el espíritu de verdad, pero a la altura en que estamos hoy, y que ya lo ha revelado la historia de la ciencia donde la ciencia desemboca en la tecnología y está al servicio necesario de los intereses tecnológicos y comerciales ya no aparece más como el espíritu desinteresado de la búsqueda de la verdad.

En esto M. Heidegger hizo una crítica a la ciencia, -que está contenida en Giegerich- diciendo que la ciencia no piensa, la ciencia calcula, pero calcular no es pensar -dialécticamente-, no es entrar en las cosas, es descomponerla en cuantidades que permitan controlarlas, medirlas y disponer de ellas. No está mal. Es una empresa característica del espíritu occidental, pero no tiene nada que ver con el anhelo de verdad, sí tiene que ver con el anhelo de control, de previsibilidad, de dominación.

La ciencia es positividad. La psicología para Giegerich jamás lo será. Y una llamada psicología que pretenda ser positividad, para Giegerich, no tiene logos, tampoco piensa, sólo calcula. La mayoría de las terapias que se ofrecen hoy como psicología no quieren pensar, quieren dominar, hacer desaparecer el síntoma, hacerte sentir mejor, vender, persuadir, pero no les interesa la verdad. Es más, muchas incluso renuncian de la teoría, que es la contemplación de la verdad. Por supuesto, que renuncien a la teoría no quiere decir que no haya una teoría implícita. Está ahí pero no la ven. Pero no tienen interés en ella, porque quieren resultados. Es como la tecnología, quieren dominio, quieren control, y está muy bien, pero no tienen logos, no piensan, no piensan explícitamente, no se elevan al nivel de cuestionar y de hacer explícitos los principios del entendimiento que está en juego allí.

Ver también: Ciencia sobrepasada, religión sobrepasada, medicina sobrepasada.