8.2.17

El sueño en la psicología profunda

Curso dado por Alejandro Bica.

Siguiendo a S. Freud y a algunos de sus principales continuadores, C.G Jung, J. Hillman y W. Giegerich, en las siguientes clases abordaremos el sueño, uno de los temas centrales en la psicología profunda. Veremos (1) cómo la psicología se ha acercado al sueño: cómo se entendió a sí misma para verlo de la manera en que lo vio y bajo qué presupuestos el sueño respondió en la manera en que lo hizo; (2) veremos cómo estos cuatro pensadores han contribuido, para la psicología, a especificar o a desarrollar la relación entre el contenido onírico y la lectura del mismo; (3) veremos cómo los puntos de vista acerca del sueño, dentro del campo de la psicología profunda, fueron cambiando a medida que las visiones previas se fueron integrando en nuevas miradas; (4) veremos cómo aquello que surgió presentándose como siendo la vía regia al ‘inconsciente’ o al ‘alma’ después de un largo camino llegó a verse como ‘no siendo vía regia’; (5) preguntaremos acerca de cómo podemos entender el sueño hoy a la luz de la discusión que la psicología profunda tiene tras de sí; (6) veremos que aunque sus puntos de partida varían estos cuatro psicólogos en el fondo comparten una misma visión: la de que el sueño es algo así como un país extraño al cual podemos viajar y acercarnos, a través de su geografía, personajes y situaciones, a su lenguaje, de manera semejante a como podemos acercarnos y ahondar en una obra de arte; (7) por último, intentaremos ejercitar por nosotros mismos, a través de la dedicación atenta a la pequeña materia prima de un sueño, las artes del ‘alquimista’ en nosotros.


FREUD / EL SUEÑO Y EROS
    · La interpretación de los sueños
    · Fuentes oníricas
    · Asociación libre
    · Contenido manifiesto y contenido latente
    · El sueño como realización de deseos
    · Condensación
    · Desplazamiento
    · Representación visual
    · Elaboración secundaria
    · Represión
    · El sueño como realización de deseos sexuales
    · El sueño como vía regia al alma
    · Simbolismo onírico

JUNG / EL SUEÑO Y EL INCONSCIENTE COLECTIVO
    · La realidad psíquica
    · La importancia del presente
    · La singularidad del fenómeno psíquico
    · Amplificación
    · Compensación
    · Sí Mismo y proceso de individuación
    · El inconsciente personal y colectivo
    · Los complejos y los arquetipos

HILLMAN / EL SUEÑO Y EL INFRAMUNDO
    · La visión de día y la visión de noche
    · Defensas
    · Ego onírico
    · Hércules en la Casa de Hades
    · El sueño como iniciación en el inframundo
    · Análisis e interpretación
    · Personificar
    · Patologizar
    · Psicologizar
    · Deshumanizar

GIEGERICH / EL SUEÑO Y LA VIDA LÓGICA DEL ALMA
    · Acerca del punto de vista psicológico
    · Diferencia psicológica
    · De la ontología a la metodología
    · Significado anímico
    · Acerca de “la vía regia”
    · ¿Es el sueño “naturaleza pura”?
    · ¿Desde dónde soñamos?
    · La dialéctica del producir y del ocurrirle a uno
    · Cuatro presuposiciones de una interpretación psicológica
    · Grandes sueños y pequeños sueños
    · Acerca de la búsqueda de significado
    · La ruptura de la historia y el comisario de distrito
    · El sueño hoy


Este curso fue dictado entre los meses de abril y noviembre de 2017.
Fueron 25 clases de aproximadamente dos horas cada una.   
Más información acerca de la adquisición del curso en audio: ale@alebica.com




    “Lo reprimido […] encuentra en la vida nocturna […] medios y caminos para llegar a la consciencia. Flectere si nequeo superos, acheronta movebo [Si no puedo persuadir a los dioses del cielo, moveré a los del infierno.] […] La interpretación onírica es la vía regia para el conocimiento de lo inconsciente en la vida anímica. Persiguiendo el análisis del sueño, llegamos a un conocimiento de la composición de este instrumento, el más maravilloso y enigmático de todos. A un conocimiento […] que da el primer impulso para llegar al corazón del problema.”
        S. Freud, La interpretación de los sueños, 3, p. 230.

    “Mediante la comprensión científica nuestro mundo se ha deshumanizado. El ser humano se siente aislado en el cosmos. Ya no está arropado por la naturaleza y ha perdido su participación emocional en los acontecimientos naturales, que hasta ahora habían tenido un significado simbólico para él. El trueno ya no es la voz de un dios, el rayo ya no es un proyectil de venganza. Los ríos ya no contienen espíritus, los árboles ya no significan la vida de una persona, las serpientes ya no encarnan la sabiduría, las montañas ya no albergan grandes demonios. Ni las cosas le hablan al ser humano ni él puede hablarle a las cosas, como las piedras, las fuentes, las plantas y los animales. El ser humano ya no tiene un alma-bosque que lo identifique con un animal salvaje. Su comunicación inmediata con la naturaleza ha desaparecido para siempre, y la energía que esa comunicación generaba se ha hundido en lo inconsciente. Esta pérdida enorme es compensada por los símbolos de nuestros sueños. Ellos sacan a la luz nuestra naturaleza original, sus instintos y sus pensamientos.”
         C.G. Jung, OC 18/1 § 585.

    “El trabajo onírico y el trabajo sobre los sueños devuelven el trabajo a la tierra invisible, de la realidad literal a la realidad imaginaria. A través del trabajo onírico cambiamos la perspectiva de la base heroica de la consciencia a la base poética de la consciencia, reconociendo que toda realidad de cualquier tipo es ante todo una imagen de la fantasía de la psique (Jung). El trabajo onírico es el foco de interiorización de la tierra, el esfuerzo y los cimientos; es el primer paso a la hora de dar densidad, solidez, peso, gravedad, seriedad, sensualidad, permanencia y profundidad a la fantasía. Trabajamos sobre los sueños no para fortalecer el ego, sino para hacer realidad psíquica, para hacer materia viva a través de la muerte, para hacer alma coagulando e intensificando la imaginación.”
         J. Hillman, El sueño y el inframundo, p. 193.

    “Desvío ‘la importancia de los sueños’ lejos del sueño mismo, como hecho desnudo, a nuestro trabajo (opus) sobre el sueño. Por sí mismo el sueño no es precioso. […] Por el contrario, como el lapis alquímico está exilis (despreciado), es vilissimus (es lo más barato porque es la cosa más común—cualquiera puede tener sueños), y por supuesto en sí mismo está occultus. Pero puede volverse precioso cuando se lo trabaja, y sólo mediante este inteligente trabajo, con una cierta profundidad de sentimiento y con una antena para el alma. Trabajar significa: descomponer, cocinar, destilar, en vista de liberar el espíritu Mercurius aprisionado en la ‘materia’ del sueño. Encuentro profundamente conmovedor lo que puede ocurrir cuando uno se da enteramente a un pequeño sueño inocente, devotamente por un par de horas, con atención diligente a cada detalle, a cada palabra, y con una actitud de simplicidad y de humildad que no quiere ‘interpretar’ (‘extraer su mensaje’), sino que permite que las palabras y las frases mismas hablen, sin la propia voluntad, sin presionarlo y con mucho tiempo. Lo que primero parecía ser un texto banal o raro, lentamente cobra vida. Se abren nuevos horizontes por sí mismos. Uno se mete en aguas más profundas y empieza a darse cuenta de una mezcla rica en relaciones y significados. Es un proceso. Pero por supuesto, esto ocurre también cuando uno tiene mucha suerte. No hay garantía alguna.”
         W. Giegerich, Amar las preguntas mismas.